martes, 15 de septiembre de 2009

cómo duele...


Duele el tiempo de la espera,
duele tanto...
duele el saberte lejos
sintiéndote tan mío...
Si el tiempo por lo menos, me mirara.
no me fuera tan indiferente,
si al menos me escuchara,
sabría que ya es una buena hora
para devolverte a mi.
Duele el sentirte lejos...


2 comentarios:

  1. Mansamente, insoportablemente, me dueles.
    Toma mi cabeza. Córtame el cuello.
    Nada queda de mí después de este amor.

    Entre los escombros de mi alma, búscame,
    escúchame.
    En algún sitio, mi voz sobreviviente, llama,
    pide tu asombro, tu iluminado silencio.

    Atravesando muros, atmósferas, edades,
    tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)
    viene desde la muerte, desde antes
    del primer día que despertara al mundo.

    ¡Qué claridad de rostro, qué ternura
    de luz ensimismada,
    qué dibujo de miel sobre hojas de agua!

    Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
    Soy como el hijo de tus ojos,
    como una gota de tus ojos soy.
    Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,
    del suelo, de la sombra que pisas,
    del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
    Levántame. Porque he caído de tus manos
    y quiero vivir, vivir, vivir.

    Jaime Sabines

    ResponderEliminar
  2. HERMOSO ese poema como tantos de este autor! Gracias profundas por compartirlo aqui!
    un abrazo L.
    eve

    ResponderEliminar